España es una tierra ideal para criar y cuidar caballos. Se trata de uno de los animales más típicos de nuestros campos, una verdadera suerte ya que el caballo es uno de los animales más nobles con los que podemos encontrarnos. Eso es lo que hace que haya una gran afición entre la población española por la cría de caballos. No cabe la menor duda de que esta ya es una verdadera tradición a nivel nacional y que todo lo que tiene que ver con este animal va a seguir siendo una realidad en España.
¿Por qué en España se ha convertido este animal, con el paso de los años, en uno de los preferidos por la gente? Al margen de su nobleza, hay factores que han de ser tenidos muy en cuenta. Por un lado, el templado clima de muchas de nuestras zonas pone menos trabas para su cría que los climas continentales en los que se crían los caballos de buena parte de los países europeos. Y, además de ello, también es interesante tener en consideración que España es un país que tiene infinidad de hectáreas de campos, lo que hace posible que se puedan albergar en ellos a una gran e interesante cantidad de caballos.
En una noticia publicada en la página web Terránea.es, se pone de manifiesto que España tiene una población de 725.000 caballos. Esta cifra nos coloca como uno de los países qué más caballos tiene de la Unión Europea. En concreto, ocupamos el cuarto lugar. Y, teniendo en cuenta que en los primeros puestos del ranking se encuentran países con tanta tradición en este sentido como Alemania o Francia, la verdad es que podríamos decir que esa cuarta posición que ocupamos es todo un éxito e indica que, además, estamos haciendo bien las cosas en lo que tiene que ver con la cría de caballos en España.
Una parte de los caballos de los que disponemos en España suelen participar, junto con sus jinetes, en diferentes concursos de doma clásica. Se trata de una actividad deportiva con cada vez mayor impacto en España y que, además, nos da un buen montón de alegrías cada determinado tiempo. Una noticia publicada en la web de la agencia de noticias Europa Press indicaba que, no en vano, la doma clásica era una de las grandes opciones de medalla de la hípica española en los recién terminados los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
La popularidad y la visibilidad de la doma clásica ha hecho posible que, en nuestro país, se valore mucho más ahora a un animal como el caballo y también la vida natural y rural. Y es que estas dos cuestiones están íntimamente ligadas y así lo van a seguir estando por muchos años que pasen. Cada vez son más las personas que se interesan en la cría y compra de animales como de los que estamos hablando, en función de los datos que recientemente nos han sido proporcionados por los profesionales de Caballos PRE Mendoza.
Un animal del que no podemos encontrar pega
El caballo es uno de los animales con el que, si es bien cuidado, es bastante probable no tener ni un solo problema. Su tamaño, en muchas ocasiones, hace que haya gente que le tenga cierto miedo. Pero no hay nada que temer. Hay que tenerles respeto, eso sí que es verdad, pero nunca miedo. Aquellas personas que están acostumbradas a tratar con caballos nos lo pueden contar en primera persona y nos pueden confirmar que lo que estamos contando es tan real como la vida misma.
Este es uno de los motivos por los cuales el caballo es un animal venerado por parte de personas de todo tipo, con independencia de su edad, de su condición social o de cualquier otro aspecto. El caballo tiene esa magia, esa capacidad de gustar a gente de muy diversa consideración y es ese el motivo por el que se ha ganado el respeto de prácticamente todas las sociedades del planeta. Es una verdadera suerte que, en el interior de nuestras fronteras, podamos disfrutar de una cantidad de caballos como a la que antes hacíamos referencia.
Estamos seguros, además, de que va a existir una cantidad mayor de esos 750.000 caballos en España en pocos años. Cuando algo gusta y llama la atención del ser humano, este apuesta por ello. Y el asunto relativo a los caballos va a ser un gran ejemplo de lo que acabamos de comentar. Una compañía como la del caballo en uno de los infinitos entornos naturales de los que tenemos en este país es una de las grandes maneras de sentir que hemos aprovechado el tiempo y de encontrar esa felicidad que muchas personas buscamos continuamente.