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Ventanas de PVC: las mejores aliadas contra un mal aislamiento y el derroche energético

La preocupación por obtener todo aquello que consideramos que nos hace falta para estar cómodos en nuestro hogar es grande a día de hoy en España. Queremos disponer de todo lo que nos pueda ayudar en ese sentido, por supuesto, y es cierto que nos encontramos con algo de incertidumbre principalmente a causa del aumento de los costes de los suministros básicos como la luz, el agua o el gas. Sabemos que eso influye en nuestro bolsillo y que pone en jaque, de alguna manera, la felicidad y la comodidad por la que nos desvivimos. Y, claro, eso nos preocupa de lo lindo. No es para menos.

A esa preocupación se une algo de lo que vamos a hablar a continuación y que genera múltiples problemas. Y es que las viviendas españolas tienen, por regla general, problemas de aislamiento térmico y acústico. Imaginaos lo que supone que nuestra vivienda no esté bien protegida ante el frío que estamos viviendo ahora en buena parte de la geografía española. O que el ruido penetre con una facilidad pasmosa en su interior. La verdad es que son dos cuestiones que afectan de un modo realmente grande a nuestro día a día, a nuestro descanso. Y eso, como no podía ser de otra manera, nos genera problemas.

En una noticia que hemos rescatado del diario El Mundo y que se publicó en el año 2010, se informaba de que las viviendas españolas se encontraban entre las peor aisladas de toda Europa. Es evidente que ese aislamiento es algo básico en otros países en los que el frío tiene una mayor presencia que en España y que por eso quizá nuestro país esté por debajo del resto en este sentido, pero nosotros somos de los que consideramos que, aún así, las viviendas españolas están mal aisladas y que eso genera problemas de gran calado entre las personas que las habitan, principalmente porque eso nos obliga a depender mucho más de lo necesario de la calefacción, por ejemplo.

En otra noticia, en este caso publicada en la página web de la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, se pone de manifiesto la necesidad de aislar una vivienda para ahorrar. La noticia hace referencia a que la mitad de las viviendas de nuestro país están mal aisladas y a que un correcto aislamiento podría suponer rebajar la factura de algunos suministros en unos 1.000 euros al año. Se trata de una cifra de lo más interesante y que pone de manifiesto que hay muchas cosas que mejorar en lo que tiene que ver con ese aislamiento del que estamos hablando y que tantos problemas está generando entre los propietarios de esas viviendas.

¿Cómo aislar correctamente una vivienda? Lo cierto es que de la respuesta a esta pregunta depende en buena medida la comodidad y el gasto que invirtamos en calentarnos. Hay varias maneras de hacerlo, pero una de las que consideramos fundamentales se encuentra en las ventanas. Contar con unas que sean de calidad y del material idóneo puede ayudar mucho en ese sentido y ese debe ser el propósito de todas aquellas personas cuyas viviendas no se encuentren aisladas del modo en que deberían. El PVC se ha convertido en el material por el que más apuestan las personas que desean un cambio en este sentido… y la apuesta está saliendo bien.

El aislamiento térmico de una vivienda es fundamental ya no solo para garantizar la comodidad de las personas que residen en su interior, sino también para no tener una dependencia tan alta de la calefacción en el hogar, con las implicaciones que eso puede tener en el medioambiente. El cumplimiento de esos dos objetivos es algo por lo que la sociedad española viene apostando de una manera cada vez más importante en los últimos años y han sido los cambios de las ventanas los que primero se han producido en múltiples casos tal y como nos hacen saber desde Ventanas Alicante, especialistas en la venta e instalación de productos de este tipo.

Y no solo se está apostando por cambios como esos en las viviendas particulares. En centros de trabajo, por ejemplo, también viene siendo bastante habitual que se produzcan sustituciones como de las que hemos hablado. Las empresas están más concienciadas que nunca con asuntos como el cuidado de nuestro entorno y ese es uno de los motivos por los cuales están sustituyendo las ventanas tradicionales en sus centros por unas de PVC, haciendo posible también que el gasto en calefacción se reduzca de una manera más que considerable sin que eso suponga una bajada de las temperaturas en su interior ni mucho menos.

La verdad es que es complicado hacer frente a una situación como la que se viene produciendo en torno al estado de salud en el que se encuentra el planeta. Es necesaria la colaboración de todo el mundo para que tengamos la oportunidad de dejar atrás todo lo que tiene que ver con el exceso de contaminación y el uso indiscriminado de recursos naturales que son limitados. Apostar por elementos como el PVC en las ventanas es una manera de hacer posible que exista esa opción de cuidar un poco más de nuestro planeta, pero no es la única ni mucho menos. De la implementación de múltiples medidas como las que ya se vienen proponiendo depende el futuro de este planeta… y el nuestro, por supuesto.

La reforma de hogares también sigue esta línea 

En España, el negocio de la construcción ha experimentado un pequeño giro con respecto al que existía antes de la llegada de la crisis económica del año 2007. Antes, levantar nuevos edificios era lo habitual en el interior de nuestras fronteras, pero ahora se apuesta mucho más por un aspecto como lo es la rehabilitación, principalmente por un tema de comodidad y también de eficiencia energética. Las personas que realizan este tipo de reformas son las que más suelen hacer esos cambios en las ventanas de los que hemos hablado previamente. Y no cabe la menor duda de que la contribución con el medioambiente que eso genera es muy positiva.

Teniendo en cuenta que muchos de los edificios que existen en nuestros pueblos y ciudades datan de mediados del siglo pasado, momento en el que comenzó ese boom de la construcción, nos parece lógico que se haya experimentado un crecimiento en el número de reformas y rehabilitaciones en los últimos años. Es lógico, sobre todo si tenemos en consideración el desgaste y la fatiga de los materiales y lo necesario que es subsanar ese problema. La reforma de un espacio es clave para garantizar la comodidad a corto plazo de todas las personas que los visitan o que residen en su interior. Sin reforma, no hay posibilidad de conseguir la felicidad.

No se nos deben olvidar otras cosas 

Cuidar de nuestro entorno depende en buena medida de otras cosas. La primera de ellas tiene que ver con el reciclaje o el uso de energías renovables, algo que venimos haciendo como sociedad desde hace muchos años. En segunda instancia, hay que tener en cuenta que no podemos depender tanto como lo hemos hecho hasta ahora de los combustibles fósiles. Por eso nosotros entendemos perfectamente las restricciones a la movilidad en coche que existen a día de hoy en las grandes ciudades españolas y europeas. Además de todo eso, no debemos menospreciar aspectos que van ligados a abrir espacios verdes en las ciudades, fomentar el uso del transporte público y crear mayores oportunidades para que la gente pueda disponer de vehículos híbridos o eléctricos.

Solo a través de un trabajo en diferentes áreas se pueden conseguir mejoras que de verdad generen esa contribución tan importante que estamos deseando para que nuestro entorno disponga de un estado de salud que sea mucho mejor que el que tenemos ahora, que sigue necesitando de muchas mejoras que dependen de todas y cada una de las personas que formamos parte de esta sociedad. No todo va a depender del aislamiento de las viviendas o los edificios, sino que esta solo tiene que ser una pieza dentro de un entramado de políticas y acciones que vayan destinadas a conseguir un objetivo común y que tiene que ver con hacer de este mundo un lugar mejor.

Vamos a contrarreloj en lo que tiene que ver con el estado de salud de la Tierra, así que hay que implementar políticas y mejoras que tengan que ver con el medioambiente y hacerlo cuanto antes mejor. Y es que no hay otro camino si queremos mantener la calidad de vida de la que estamos disponiendo por ejemplo en España durante las últimas décadas. Si la temperatura media sigue creciendo y el deshielo se sigue incrementando, vamos a padecer problemas que van a ser de difícil reparación y que no solo van a sufrir las generaciones venideras, sino nosotros y nosotras mismas en nuestras propias carnes. Y eso no va a ser algo agradable, os lo podemos asegurar.

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