Uno de mis propósitos siempre que empieza un nuevo año es el de sacar más tiempo para practicar algún deporte. Lo malo es que nunca terminó de decidirme por ningún deporte, hay tantas opciones que, al final, nunca me apunto a nada.
Este año, por suerte, una de mis mejores amigas quiere enseñar escalada a sus hijos y después de explicarme todas las ventajas de hacer escalada terminé por aceptar acompañarles.
Mi amiga era una gran experimentada y se conocía los mejores rocódromos y zonas de escalada para principiantes, así que no podíamos estar en mejores manos.
De hecho, hasta compraba ella misma las cuerdas de escalada, me decía que las mejores eran las Cuerdas de Sisal y las compraba por Internet en Cuerdas Valero, una empresa dedicada al suministro de todo tipo de cordelería en cualquier punto de España.
En su fábrica emplean las mejores materias primas y la técnica más moderna para la elaboración de todo tipo de cuerdas de máxima calidad y resistencia.
Sabiendo que contábamos con el mejor equipamiento y que mi amiga era toda una profesional escaladora, la verdad es que me quedaba mucho más tranquila, imagina que se nos rompiera una cuerda en plena escalada.
Este eran el tipo de cosas que aparecían en mis pesadillas nocturnas y de las que mi amiga se reía cuando se las contaba. Era consciente de que eran miedos inconscientes, pero ahí estaban.
Si bien, no quería dejar que mi vértigo infantil y el miedo a lo desconocido me privaran de probar este deporte, así que me armé de valor y me dispuse a superar todos y cada uno de mis miedos.
Ideal para practicar con Niños
La escalada no es un deporte aeróbico sino más bien de resistencia muscular combinado con técnica.
Es un buen deporte para un incremento de los niveles de fuerza global. Por otra parte, la cantidad de musculatura activa durante los movimientos de escalada es bastante amplia. Los principales músculos que se trabajan son los antebrazos de una manera constante, y la gran parte de la musculatura de la espalda como el trapecio, el dorsal y la parte escapular del deltoides.
Es un trabajo de equilibrio y propiocepción. Al estar sujetos al agarre de forma constante con el peso de nuestro cuerpo, los músculos estabilizadores trabajan en cada momento mejorando nuestra capacidad de mantener el equilibrio, además de aumentar la propoiocepción es esas mismas zonas al tener que manejar nuestro cuerpo en un espacio reducido y con una técnica concreta.
Por otra parte, escalar no solo es beneficioso en el sentido en que tonifica tu musculatura sino porque también supone una alternativa a tu entrenamiento al salir de la rutina habitual y como suele realizarse al aire libre también es una actividad que nos ayuda a conectar con la Naturaleza.
Otra de sus ventajas, si tenemos niños, es que es un deporte perfecto para practicarlo con ellos, ya que los niveles de flexibilidad requeridos son altos para clocar los pies en los agarres lejanos.
De esta manera, realizarán un trabajo constante de estiramiento muscular que podrá evitar muchas lesiones en el futuro y no solo esto, también la continua toma de decisiones que supone escalar ayudará en el progreso cognitivo el niño.
Fue gracioso vernos a todos al empezar a escalar, qué ingenua de preocuparme por los más pequeños, y es que al final la más miedosa fui yo. Hasta me quedé paralizada durante 15 minutos sin poderme bajar de una pared de roca de pocos metros de alto.
Fue la anécdota del día y, pese a pasar un poco de vergüenza y ser consciente de que no había superado mi vértigo infantil me di cuenta de lo bien que me estaba viniendo enfrentarme a él.
Sin duda, la escalada no solo es un deporte muy completo y fascinante, además puede ser tu gran maestro para encarar miedos y proponerte nuevos retos.
