La cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica menos invasiva que la cirugía tradicional o convencional, que permite solucionar el problema quirúrgico con una recuperación postoperatoria mucho más rápida.
Cuando se habla de cirugía, se suele pensar en la cirugía abierta o tradicional. ¿Qué es una cirugía abierta? Es una operación quirúrgica que implica la apertura del cuerpo humano por parte del cirujano para poder acceder e inspeccionar los diferentes órganos.
La cirugía laparoscópica se desarrolló debido a diferentes avances médicos. Fue a finales de los 80, con la tecnología del circuito cerrado de televisión, lo que permitió la creación del laparoscopio. Este aparato quirúrgico contiene una cámara mínima y un telescopio que permite una visión perfecta del interior del abdomen.
La cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica que se usa para explorar el interior de la cavidad abdominal a partir de una pequeña incisión en el abdomen o en el ombligo. La finalidad de esta cirugía es diagnóstica y terapéutica.
En una intervención laparoscópica, el cirujano hace pequeñas incisiones quirúrgicas para poder insertar unos tubos cortos y delgados que se llaman trócares. Mediante estos trócares se insertan unos instrumentos largos y angostos, que el cirujano usa para manipular, cortar y coser tejidos.
Supone una revolución en los procedimientos quirúrgicos, ¿por qué? Porque permite llevar a cabo cirugías complejas con la mínima invasión. Esto supone una gran ventaja durante y después del procedimiento laparoscópico.
Esta cirugía poco invasiva tiene muchas aplicaciones y su campo de acción es cada vez mayor porque ofrece muchos beneficios en la cirugía digestiva, torácica y ginecológica.
¿Qué es la cirugía laparoscópica?
Hemos hablado con CQ Calero & Manzano, centro quirúrgico con un equipo de cirujanos especializados y actualizados en las últimas técnicas para tratar patologías que abarcan la especialidad de cirugía general y del aparato digestivo, especialmente la coloproctología, y nos han explicado que la cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica que incorpora, cuando se realiza, un laparoscopio. ¿Qué es un laparoscopio? Es un instrumento óptico mediante el cual se ve el contenido de la cavidad abdominal de manera poco invasiva. Es decir, la cirugía laparoscópica es un tipo de cirugía mínimamente invasiva asistida por un robot.
Esta técnica quirúrgica ofrece varias ventajas, una de ellas es que se evitan los cortes con el bisturí que se hacen en la cirugía convencional o cirugía abierta. Gracias a ello, el postoperatorio es mejor y mucho más rápido.
¿Cómo se realiza la cirugía laparoscópica? En vez de realizar una gran abertura en la piel, el médico cirujano hace pequeñas incisiones, que son inferiores a un centímetro, para poder introducir el laparoscopio y otros instrumentos quirúrgicos. Con esta intervención los médicos pueden ver en una pantalla la cavidad abdominal del paciente, aumentando de esta manera la calidad y precisión de la operación.
Por ejemplo, la cirugía laparoscópica avanzada es una cirugía que se utiliza, entre otras aplicaciones y usos, para tratar la obesidad.
¿Cuáles son las ventajas de esta técnica quirúrgica?
La aplicación de la cirugía laparoscópica en el tratamiento de la obesidad ha ganado gran relevancia en los últimos años. Tanto es así, que hoy en día, esta cirugía es la primera opción en el tratamiento de la obesidad. Y es que, esta técnica quirúrgica proporciona grandes beneficios en el tratamiento de la pérdida de peso.
A continuación, te enumeramos las ventajas de la cirugía laparoscópica:
- Se pueden llevar a cabo técnicas quirúrgicas complejas con gran control, precisión y una mínima invasión.
- Gracias a esta técnica quirúrgica se reduce la pérdida de sangre del paciente y se evitan las transfusiones sanguíneas.
- Se reducen de forma notable las complicaciones que están asociadas a los procedimientos quirúrgicos, como por ejemplo, las infecciones.
- El paciente sufre menos dolor en el postoperatorio.
- El tiempo de recuperación después de una intervención es menor que con las técnicas quirúrgicas convencionales o tradicionales.
- Se reduce la duración de la estancia en el hospital, esto a su vez reduce el riesgo de contraer posibles infecciones, como por ejemplo, las infecciones nosocomiales o intrahospitalarias.
- El edema en los órganos afectados por la intervención es mucho menor. La necesidad de reponer líquidos también es menor debido a que se reduce la exposición de los tejidos.
- Con la cirugía laparoscópica se preserva el peristaltismo o movimiento natural y funcional del intestino.
- Se reduce la posibilidad de sufrir hernias de abdomen posteriores a la intervención. En muchas ocasiones, con la cirugía tradicional, se requieren nuevas intervenciones quirúrgicas para eliminar las hernias.
- Disminuye el impacto estético después de la operación debido a que la cirugía laparoscópica avanzada solo deja cicatrices muy pequeñas.
- Gracias a esta técnica quirúrgica, los mecanismos que participan en el sistema inmunológico del paciente sufren una alteración menor.
¿En qué consiste la cirugía laparoscópica de la obesidad?
La cirugía laparoscópica de la obesidad es una cirugía mínimamente invasiva, esto significa que los daños que se producen sobre los tejidos que se intervienen son mínimos, sobre todo si se compara con las técnicas quirúrgicas convencionales.
En esta intervención el médico cirujano realiza una pequeña incisión, que no supera el centímetro, mediante la cual se inserta el laparoscopio, un instrumento conectado a una pequeña cámara, cuya función es permitir ver el interior de la cavidad abdominal. También se realizan otras incisiones de un tamaño similar para insertar los instrumentos necesarios en la intervención. En total se pueden llegar a hacer entre 5 y 6 incisiones.
Mediante la cirugía laparoscópica de la obesidad se realizan diferentes intervenciones y la elección de una de ellas va a depender del criterio del cirujano, así como de los hábitos alimentarios del paciente.
Después de esta intervención quirúrgica, el porcentaje de pérdida de peso es variable en función del procedimiento que se haya utilizado. Por ejemplo, existen diferencias entre un procedimiento que restringe la capacidad del estómago y otro procedimiento que disminuye la absorción de nutrientes. Pero independientemente del procedimiento que se lleve a cabo, los resultados de esta intervención quirúrgica son excelentes. Existe una pérdida de peso entre un 40% y un 80% del peso corporal en un año. Se trata de una reducción progresiva que se puede dar hasta en los 24 meses posteriores a la intervención quirúrgica.
¿Para qué casos se indica la cirugía de obesidad por laparoscopia?
Lo primero que se hace es evaluar al paciente de forma exhaustiva para saber si puede someterse a esta cirugía laparoscópica de la obesidad. Pero existen ciertos criterios generales que identifican a un paciente como apto para esta intervención quirúrgica. Son los siguientes:
- El paciente debe padecer obesidad mórbida con un exceso mínimo de peso de 45 kilogramos.
- Debe haber tratado este problema con otros tratamientos médicos no quirúrgicos sin éxito.
- También debe presentar alguna complicación que esté relacionada con la obesidad que puedan mejorar después de este procedimiento quirúrgico, como por ejemplo, que padezca diabetes, hipertensión arterial o colesterol muy elevado.
- Debe haberse sometido a un estudio psicológico que confirme que se encuentra en un perfecto estado, sin trastornos de la conducta alimentaria y preparado para enfrentar de forma positiva los cambios que habrá después de la cirugía laparoscópica.
- Se debe comprometer con el posterior proceso de supervisión y un seguimiento médico que permita evaluar a largo plazo los resultados de la intervención y la evolución de la obesidad.
Los estudios a los que se somete el paciente incluyen pruebas analíticas, pruebas de diagnóstico por la imagen y una valoración completa a nivel nutricional y endocrina.
Terminamos este artículo explicando que el dolor posoperatorio en la cirugía laparoscópica es mucho menor que en la cirugía convencional, aunque sí se sentirá un pequeño dolor en el ombligo y en las incisiones abdominales o puntos de entrada durante unos días. En muchos de los casos, el paciente puede regresar a su casa en el mismo día de la cirugía. Es normal la toma de analgésicos para el dolor en los primeros días después de la intervención.


