La adolescencia es una etapa complicada porque en ella se producen cambios hormonales y físicos. Es el período en el que pasamos de ser niños a adultos. La rebeldía surge en la pubertad, es decir, a los 14 años, porque el adolescente tiene una personalidad insegura que necesita autoafirmarse.
Muchos jóvenes no saben soportar los problemas de la vida diaria, por lo que se produce una crisis interna que se manifiesta en actitudes agresivas, lo que se conoce como rebeldía agresiva.
La rebeldía transgresiva consiste en que el adolescente está en contra de las normas de la escuela, la familia y la sociedad. Esta rebeldía puede surgir por errores en la educación familiar, especialmente el autoritarismo y la indiferencia de los padres.
«Algunos jóvenes pierden el control de sus vidas en esta etapa, se muestran agresivos, de mal humor la mayor parte del tiempo y da la sensación de que hagamos lo que hagamos no acertamos en nuestras reacciones, ya que todo les molesta», explica el doctor José Luis Carrasco, el director de la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo.
Los padres deben preocuparse cuando el adolescente está casi siempre de mal humor, saca malas notas, no parece tener autoestima o consume drogas.
Carrasco señala que el adolescente está malhumorado por la llegada de las hormonas, pero también «por los enormes cambios vitales que acontecen durante la adolescencia». En ese sentido, «los cambios en el cuerpo provocan de forma simultánea una transformación en la forma de comunicarse y tratar con los adultos. Y seguimos tratándoles como niños lo que les confunde y les irrita».
«Su entorno también cambia, puede que incluso, los amigos, todo ello les causa inestabilidad y vulnerabilidad lo que les hace estar perdidos, con falta de autoestima (que se está construyendo), lo que fomenta el mal humor», añade.
Para solucionar el problema del mal humor, los padres deben respetar la distancia, es decir, acercarse a él pero sin preguntarle de forma agobiante.
También es importante dar consejos porque el adolescente malhumorado lo pasa mal, porque no puede controlar ese sentimiento.
Los expertos aconsejan que no se debe entrar en la provocación de los adolescentes. Cuando escuches una mala contestación, la mejor opción es que cuentes hasta diez y si no puedes controlarte debes retirarte hasta que estés más calmado.
Deja que las emociones se enfríen y puedas abordar el problema mostrando preocupación, pero no enfado.
Los profesionales de Animus informan que es importante «recurrir a la terapia cognitiva, ayudándoles a ser conscientes de lo que les está pasando y dotándoles de herramientas para que puedan pedir ayuda”.
A continuación, te explicamos los mejores consejos para manejar esa rebeldía.
Educar desde el nacimiento
No puedes dejarle pasar conductas intolerables a tu hijo porque es pequeño, es decir, faltas de respeto o agresiones tanto físicas como verbales. Es aconsejable que a los niños se les educa desde el nacimiento.
Vínculo de amor
Es muy importante trabajar el vínculo de amor, para que no haya falta de respeto o de comunicación. Para conseguir este vínculo puedes compartir aficiones con tu hijo, pero también debes hablar mucho con él.
Compresión
Es muy importante que tu hijo se sienta comprendido y que pueda acudir a ti cuando tenga problemas. ¡Ten en cuenta su opinión aunque no estés de acuerdo!
Recuerda cómo eras
Para comprender a tu hijo, es aconsejable que recuerdes cómo eras de adolescente y cómo fue la relación con tus padres.
Entender la adolescencia
Es normal que se encierre en su habitación durante horas, o que no quiera contarte nada. La adolescencia es una etapa difícil que supone vivencias nuevas, cambios físicos y hormonales.
«Una forma eficaz de conectar con ellos es ayudarles a la decoración de su habitación a su gusto, esa estancia es su mundo y hay que respetarla», informa el diario El Español.
Un estilo de vida saludable
Es muy importante que el adolescente
fomente un estilo de vida saludable, es decir, que haga ejercicio físico y siga una dieta rica en vitaminas.
Para que tu hijo no esté estresado es importante limitar el tiempo de acceso a los aparatos electrónicos.
Conoce el motivo de su rebeldía
No debes responder con los castigos, porque estás medidas no ayudan, si no que empeoran la situación.
Es importante conocer los motivos de por qué te habla mal o por qué tiene ese comportamiento, ya que muchas veces los adolescentes quieren llamar la atención.
Busca un psicólogo
También puedes buscar ayuda profesional cuando no sabes resolver los conflictos.