Hace poco tuve una conversación muy especial con el abuelo de mi esposo. Él tiene 90 años, y no solo está lleno de vida, sino también de sabiduría. Me contó que desde hace décadas tiene una costumbre que nunca pierde: beber un vasito de vino después de la comida. Dice que eso, entre otras cosas, ha ayudado mucho a mantener su salud.
Me fascinó tanto todo lo que me explicó sobre las uvas, los vinos y sus propiedades, que decidí investigar más y escribir sobre ello.
Empecemos por lo básico: ¿qué tipos de uvas existen?
Cuando investigué sobre el tema, en Plant Vid, viveros de vid en Valencia y empresa de producción de injertos, plantas de vid, uvas de mesa y vino, me explicaron que, principalmente, existen tres tipos de uvas:
- Uva blanca
- Uva tinta
- Uva de mesa
Cada una tiene sus propias características, su forma de cultivo, sus beneficios y, claro, sus mejores maneras de disfrutarlas.
Ahora te explico todo de forma fácil.
La uva blanca
La uva blanca es muy popular. Seguro que has visto racimos de color verde claro o dorado en cualquier supermercado. Sí, sí, las mismas que te comes cuando dan las 12 campanadas a final de año, si eres de España. Estas uvas tienen una piel más fina que las tintas, y su sabor suele ser más dulce y fresco. Además, su contenido de azúcar natural es alto, pero de esos azúcares que no nos hacen daño si los consumimos con moderación.
- ¿Cómo se cultivan? La uva blanca necesita climas templados y mucho sol. Se cultiva especialmente en regiones como España, Francia, Italia y Chile. La vid requiere podas constantes y cuidados para que la fruta no se estropee.
- ¿Es mejor comerlas o beber su vino? Las dos cosas son buenas. Si las comes frescas, aprovechas toda su fibra y antioxidantes. Si bebes su vino, obtienes polifenoles que, aunque en menor cantidad que en el vino tinto, siguen ayudando a proteger tu corazón.
Beneficios de la uva blanca:
- Mejora la digestión gracias a su contenido de fibra.
- Ayuda a mantener la piel sana por su contenido en antioxidantes.
- Es buena para el sistema inmunológico.
- Protege la vista gracias a compuestos como la luteína.
¿Qué vino se hace con ella? Con la uva blanca se elaboran vinos como el Chardonnay, Sauvignon Blanc y el Albariño. Son vinos más ligeros, frescos y, muchas veces, con toques cítricos.
Mejores recetas con uva blanca: Una ensalada de uvas blancas, nueces y queso de cabra, es una delicia. También puedes congelarlas y usarlas como “cubitos” naturales en tu agua o cócteles.
La uva tinta
La uva tinta tiene una piel más gruesa y un color que va del rojo al púrpura intenso. Este tipo de uva es el que más beneficios tiene a nivel de antioxidantes. La piel contiene un compuesto llamado resveratrol, que es una maravilla para la salud.
- ¿Cómo se cultiva? Las uvas tintas también necesitan mucho sol, pero soportan mejor los cambios de temperatura. Son más resistentes, y eso les da su sabor más fuerte y profundo. Se cultivan en regiones famosas como La Rioja (España), Burdeos (Francia) o Mendoza (Argentina).
- ¿Es mejor comerlas o beber su vino? Aquí gana el vino, y te explico por qué: en el proceso de fermentación del vino tinto, la piel de la uva se queda en contacto con el mosto durante días, lo que permite que el vino absorba todos los polifenoles y antioxidantes que no siempre se obtienen solo comiéndolas.
Beneficios de la uva tinta:
- Protege el corazón (sí, el famoso vaso de vino tinto diario tiene base científica).
- Reduce el colesterol malo.
- Ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Puede ayudar a controlar el azúcar en sangre.
¿Qué vino se hace con ella? Aquí hay verdaderas joyas: Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec… Son vinos más estructurados, con más cuerpo.
Mejores recetas con uva tinta: Un clásico: el pollo al vino tinto. También quedan increíbles en salsas para carnes. Y si quieres algo sencillo, una tabla de quesos con uvas tintas frescas es perfecta.
La uva de mesa
La uva de mesa es la que solemos comer directamente. No está pensada para hacer vino, sino para disfrutarse tal cual. Hay uvas de mesa blancas, tintas y rosadas, y suelen ser más grandes y dulces.
- ¿Cómo se cultiva? Se cultiva buscando obtener frutos grandes, bonitos y jugosos. A veces se les hace un “aclareo”, que consiste en quitar racimos para que los que quedan crezcan más.
- ¿Es mejor comerlas o beber su vino? En este caso, lo ideal es comerlas. Están llenas de agua, fibra, vitaminas (como la C) y antioxidantes.
Beneficios de la uva de mesa:
- Hidratación natural (perfecta en verano).
- Mejora del tránsito intestinal.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Ayuda a tener más energía gracias a su contenido de azúcares naturales.
¿Qué vinos se hacen con ellas? Realmente, no se suele usar uva de mesa para vinos de calidad. Es una fruta pensada para comer, no para fermentar.
Mejores recetas con uva de mesa: Las brochetas de frutas con queso y uva son una opción deliciosa. También puedes hacer una mermelada natural de uvas para acompañar tostadas.
¿Entonces, qué es mejor: comer la uva o beber el vino?
Después de todo lo que he leído, vivido y preguntado, te diré algo sencillo: las dos cosas son buenas, si se hacen con moderación.
Comer uvas frescas es perfecto para hidratarse, obtener fibra y vitaminas. Beber un vaso de vino al día, especialmente si es tinto, puede aportar antioxidantes que ayudan a proteger el corazón y la mente.
Eso sí, el vino debe ser de calidad, no un vino barato lleno de azúcares añadidos. Y siempre beber con moderación. Recuerda: una copa, no una botella.
Cómo elegir la mejor uva o vino para ti
A la hora de elegir qué uva comer o qué vino beber, no hay una única respuesta correcta. Depende mucho de tus gustos, tu estado de salud y también de lo que estés buscando.
- Si quieres algo ligero y refrescante, la uva blanca o un vino blanco joven son perfectos para ti. Ideales para el verano, para acompañar comidas ligeras o simplemente para disfrutar a media tarde.
- Si buscas cuidar tu corazón y tu circulación, elige uva tinta o un buen vino tinto. Especialmente si tienes antecedentes familiares de problemas cardiovasculares, el resveratrol del vino tinto puede ser un gran aliado.
- Si quieres algo natural y sencillo, opta por la uva de mesa. Es práctica, la puedes llevar contigo a cualquier lado, y es una fuente excelente de vitaminas y agua.
Además, si puedes, elige uvas de cultivo ecológico o vinos naturales, ya que tendrán menos residuos de productos químicos. Y no olvides que el mejor vino no siempre es el más caro: busca uno que esté bien hecho, que te guste, y que disfrutes sin remordimientos.
Al final, lo importante no es solo qué consumes, sino cómo lo haces: con alegría, con moderación y compartiéndolo con quienes quieres. Eso también es salud.
Consejos prácticos para disfrutar aún más de las uvas y el vino
Te comparto unos trucos que a mí me han funcionado:
- Congela las uvas: son un snack sano, refrescante y delicioso.
- Haz tus propios jugos naturales: licuar uvas frescas (sin añadir azúcar) es una opción saludable.
- Prueba distintos tipos de vino: no te quedes solo con uno. Cada variedad tiene su magia.
- Combina vino y comida correctamente: un vino blanco va perfecto con pescados, el tinto con carnes rojas.
- Compra uvas de temporada: así tienen más sabor y nutrientes.
La sabiduría del abuelo
Vuelvo a pensar en el abuelo de mi esposo, porque sinceramente me dejó reflexionando mucho. Durante nuestra charla, me explicó algo que no se me va de la cabeza.
Me contó que tomarse un vaso de vino no es simplemente una cuestión de salud física, sino una forma de vida. El vino invita a detenerse, a sentarse sin prisa, a disfrutar del momento y a conversar. Es una excusa perfecta para compartir tiempo con otros, para mirar a los ojos, para reír, para escuchar.
Y eso, según él, también es salud. Esa pausa, ese espacio que nos damos para vivir sin correr, tiene un valor incalculable. Después de hablar con él, entendí que los beneficios del vino no están solo en los antioxidantes o en los polifenoles, sino en todo lo que simboliza.
Dime qué uva consumes, y te diré qué beneficios te llevas
- Si prefieres la uva blanca, disfrutas de frescura, antioxidantes suaves y mucha ligereza.
- Si eliges la uva tinta o su vino, proteges tu corazón, tu circulación y hasta tu mente.
- Si optas por la uva de mesa, te hidratas, te llenas de energía natural y mejoras tu digestión.
Al final, todas las opciones son buenas. Se trata de integrar estos pequeños placeres en tu vida diaria de forma equilibrada.
Hoy, después de todo lo que he aprendido, cada vez que como unas uvas o me sirvo una copa de vino, me acuerdo del abuelo y su sabiduría. Y sonrío, sabiendo que estoy haciendo algo bueno por mi cuerpo… y también por mi alma.