Hará como un año que compré un taller en Almería. Al principio todo era alegría, las ganas de montar por fin mi propio taller y ser mi propio jefe pesaba mucho más que los problemillas burocráticos para montarlo o lo que ocurre en el día a día.
Desde el primer momento me pareció que el taller que había comprado estaba a muy buen precio. El anterior dueño me dijo que se volvía a Bulgaria a vivir y que por eso lo vendía. Solo estuvo tres años, lo que me pareció raro, pero también es cierto que estaba en la edad ya para sino jubilarse, estar cerca de ello.
El caso es que a los dos meses me le encontré en una calle de la ciudad donde los sábados aprovechan para vender coches entre particulares y lo que es peor, había montado negocio con la dirección de Almería en una zona opuesta a donde tenía el taller.
Nada grave, pero me hizo pensar. No le di mucha importancia, quizás se le daba mejor vender coches que arreglarlos. Lo cierto es que con la llegada del calor empecé a notar unos ruiditos como de ratones bastante incesantes. Esa misma semana los ratones ya estaban campando a sus anchas por el taller.
Una solución a un problema más grave de lo que parece
Me tocó llamar a la desesperada y en Almería los que mejores referencias tenían en Internet eran controlplag.com. Les llamé y me dijeron que llevaban desde 1994 en el sector del Control de Plagas en Almería, contando además con 20 años de experiencia profesional en tratamientos DDD.
Fui a visitarles al terminar mi jornada y me parecieron personas serias, eficaces y puntuales. Pues como me prometieron al día siguiente a primera hora de la mañana ya estaban en mi taller para empezar los trabajos de desratización.
Me estuvieron contando todas las fases del tratamiento que tenían. Algo bueno es que interfirieron lo mínimo posible en el trabajo que realizamos a diario, algo que para que mentir me asustaba un poco. Cuando montas un negocio, sobre todo los primeros años, es una pérdida constante de dinero, necesitas para ello trabajar duro y que la suerte te acompañe.
Después de hacer los exámenes pertinentes me contaron algo así como que tenía casi se puede decir una fábrica de ratones en mi taller. Estos seguían aparecieron debido a la suciedad que tenía un cuarto que tenía diversa maquinaria que estaba del anterior dueño y que literalmente había estado sin limpiar mínimo 5 años.
Cuando me dijeron que sino afrontaba el problema, con el calor tendría el mismo problema todos los años me lo tomé realmente en serio. Supuse que el anterior dueño no quería gastarse dinero y al final prefirió dejar el negocio que tampoco le iba muy bien para evitar tener que limpiar esa zona grande del taller que encima no se usaba para nada.
Casi se puede decir que parecía un cuarto de enfermos de Diógenes, pero en plan taller. En fin, terrible lo que sucedía. En unos pocos días consiguieron solucionar mi caso y ahora sí que estamos más tranquilos.
Así que ya sabéis, si tenéis algún tipo de problemas con las plagas, llamad a profesionales, intentarlo por vuestra cuenta en muchos casos es algo imposible de solucionar.