Todos conocemos esos productos que han llegado para quedarse a las estanterías de las tiendas y supermercados que tienen la etiqueta de productos ecológicos. Estos productos responden a la creciente demanda de los consumidores concienciados con el cuidado del medio ambiente, del planeta tierra y de los animales.
Hoy en día existe una corriente cada vez mayor y más reivindicativa que defiende y reclama políticas que velen por la sostenibilidad del planeta, nos recuerdan que el planeta tierra necesita y debe ser cuidado o de lo contrario acabaremos destruyéndolo. Esta corriente es la que demanda y consume productos ecológicos que no son otra cosa que aquellos que respetan en todas las etapas de su producción aquellos principios de respeto y sostenibilidad alejados de el uso de pesticidas, conservantes, colorantes, antibióticos, fertilizantes químicos, abonos artificiales, contaminación de acuíferos…Además no debemos olvidar que el principio de sostenibilidad se basa en que cada producto que se extrae de la tierra es un producto de temporada, tiene sus tiempos, por eso antes no había fresas o naranjas todo el año, porque se respetaban los tiempos de la fruta, verdura, hortalizas, estos productos no necesitan aditivos para su conservación posterior y son más ricos en nutrientes. Al hablar de alimentos provenientes de animales solo serán ecológicos aquellos que respeten la vida digna del animal, criado al aire libre,en libertad, con piensos naturales sin hormonación.
Junto a esta creciente demanda por los productos ecológicos tenemos el aumento del consumo de vino que últimamente se está sumando también a esta corriente ecológica y ya podemos encontrar en los grandes supermercados caldo embotellado con el certificado de vino ecológico. En los últimos años hemos podido observar cómo se ha vuelto al gusto por le consumo del vino, una bebida que en los últimos lustros había perdido seguidores, era algo más de nuestros padres y nuestros abuelos, pero hoy en día su consumo ha aumentado muchísimo llegando a verse como un acto de distinción. Cada vez más podemos observar cómo la gente sale de vinos en lugar de salir de copas y podemos comprobar cómo bares y restaurantes especializan parte de su carta en la infinita variedad de estos caldos.
La moda ecológica lleva al mundo del vino
Al conjugar ese sector de población concienciado por el cuidado y sostenibilidad del planeta y el consumo de productos ecológicos que respetan esos principios además de ser más sanos para el consumidor, como no podía ser de otro modo obtenemos como resultado un producto especializado, el vino ecológico. Estos vinos lo que vienen a ser son caldos obtenidos desde el principio de todo el proceso de obtención hasta el momento en el que llegan al embotellado siempre respetando en todas sus fases los principios de sostenibilidad. Para obtenerlos por lo primero que hay que empezar es por una buena vid, de eso ya nos advierten desde Plantvid donde ofrecen la posibilidad de adquirir cepas de vid online, plantas de vid injertadas y vid para plantar. A partir de ese momento se deben respetar los tiempo naturales de la vid sin aditivos artificiales, fertilizantes químicos, pesticidas…y por supuesto sin añadidos al caldo como colorantes, conservantes…
Al fin y al cabo lo que busca el consumidor es dintinguirse del producto común, prefieren la calidad a la cantidad, para el propio cuidado de su salud y para el cuidado de la salud del planeta, son consumidores concienciados que prefieren pagar algo más por los productos que cumplen con su moralidad y principios antes que consumir productos estandarizados que poco respetan esos principios de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente.
La realidad es que la producción ecológica, o lo que es lo mismo, aquella que se basa en el consumo responsable y sostenible es posible, es lo que se ha conocido como agricultura y ganadería tradicional. Pero lo cierto es que con la cantidad de personas que hay en el planeta y los hábitos de consumo que se tienen es imposible alimentar a toda la población al ritmo que vamos y resulta difícil imaginar que la producción ecológica pudiera hacer frente a esa tarea puesto que hoy en día siguen muriendo millones de personas debido a la hambruna en lo que se conoce como el hemisferio sur del planea. Es por estas cuestiones que deberíamos preguntarnos cuál es el problema realmente de que siga existiendo la hambruna, si la solución sería en plantearnos otro tipo de consumo…Lo que está claro es que el planeta tierra necesita un respiro, que nos replanteemos las cosas, una redistribución de los recursos y que tengamos muy claro que si no cuidamos nuestro hogar, esto se acaba.