La sostenibilidad ha llegado a nuestras vidas y lo hace para quedarse. Es cierto que ahora mismo se está llevando al lado más extremo y que esto de lo sostenible ha existido desde siempre. Me hace mucha gracia cuando escucho que hay cocineros que son sostenibles, porque no tiran nada, nada en su comida tiene desperdicio porque lo reutilizan para otros platos. Pues bien, esto existe desde hace muchos años y concretamente yo lo conocí con mi abuela.
Mi abuela no era una cocinera de estrella Michelín, pero sabía perfectamente que no se tiraba nada. Era la primera que si sobraba algo de pan, lo usaba para hacer unas sopas de ajo. Si sobraba algo de carne, lo usaba para hacer croquetas. Por eso, ya os digo que la sostenibilidad no es un invento del siglo XXI, sino que existe desde hace mucho tiempo. Lo que sí es verdad es que desde hace unos años, y sobre todo gracias a las nuevas tecnologías, se pueden hacer otros procesos. Por eso, en este artículo de hoy lo que pretendo es que conozcamos cómo el mundo de lo sostenible ha llegado a nuestras vidas en productos y sectores que hace años hubieran sido impensables.
Industria de la moda
Vamos a comenzar con uno que es fácil: la industria de la moda. Ahora mismo son muchas las marcas de moda que están adoptando prácticas sostenibles. Esto lo podemos ver en el uso de materiales reciclados, el comercio justo y la reducción de residuos en sus procesos de producción. Por eso no nos tiene que extrañar si nos compramos un vestido que está hecho con restos orgánicos de comida, por ejemplo de lechuga. Otra cosa es que nos guste.
La energía renovable
Hay un sector que ha crecido a pasos agigantados en todos los aspectos, y se trata del de la energía renovable. Solo hay que ver que a medida que la tecnología avanza, la generación de energía a través de fuentes renovables como la solar y la eólica se ha vuelto mucho más rentable y eficiente. Ahora esto nos ha permitido que más y más hogares y empresas puedan optar por utilizar este tipo de energía sostenible. No es de extrañar la casa que vive de la energía fotovoltaica o por supuesto de las placas solares que tiene en el techo.
Sector de las piscinas
¿Pueden unas piscinas ser sostenibles? Pues aunque parezca mentira, sí. Nos lo cuentan desde Rama Piscinas, que se han especializado en este tipo de construcciones. Así, han buscado una solución tecnológica que no perjudique al medio ambiente y que simultáneamente reduzca los costos de operación. Y lo han encontrado con una piscina donde la bombas de velocidad con variador de frecuencia reducen el consumo de energía, donde el aislamiento térmico ayuda a mantener la temperatura ideal del agua o con una Iluminación con tecnología LED, para reducir el consumo de energía eléctrica.
Alimentación orgánica
Es cierto que en este aspecto me cuesta pensarlo, pero es así, el mundo de los sostenible ha llegado a la alimentación. Por supuesto en la reutilización que te contábamos antes que hacen ahora los restaurantes y los grandes chefs, pero también cada vez más personas están optando por consumir alimentos orgánicos. Es decir, son esos alimentos que están producidos sin pesticidas ni químicos dañinos para el medio ambiente. Esto ha provocado que se esté impulsando la demanda de productos agrícolas sostenibles y que cada vez haya más tiendas para venderlos. En este caso, a mí me cuesta pensar que se pueden sustituir unos gusanos por un buen chuletón.
Transporte público
Este es un clásico que no puede faltar en cualquier conversación entre cuñados. Muchas ciudades están invirtiendo en sistemas de transporte público más sostenibles, como pueden ser los autobuses eléctricos, las bicicletas compartidas y carriles para peatones, con el objetivo de reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad del aire. Es cierto que esto está provocando problemas entre los conductores de coches, que se sienten menospreciados, y los usuarios de bicicletas. Y es que no todas las ciudades están preparadas para todos los avances de movilidad. Valladolid, es un ejemplo claro.
Economía circular
Por último, cada vez más empresas están adoptando modelos de negocio circulares, en los que se busca minimizar el desperdicio y maximizar la reutilización de recursos, lo que contribuye a la reducción de la contaminación y la sobreexplotación de los recursos naturales. Pero que como te decía al principio, no es nada nuevo. Solo hay que pensar en lo que hacían nuestros abuelos.
