Cada día estamos mucho más concienciados de que debemos dejar este planeta lo mejor posible para nuestros hijos. Tratamos de contaminar menos con nuestras fábricas e incluso a un menor nivel. En mi casa, por ejemplo, nosotros para la limpieza usamos estos productos de limpieza online, que son ecológicos. Y hoy quiero compartir con vosotros una iniciativa para comprar comida de comercio justo que he conocido a través del colegio de mi hijo.
Del productor local al consumidor. Este es el modelo de consumo de alimentación que fomenta una nueva plataforma, de origen madrileño, creada en 2016, que une a consumidores y productores locales, sin intermediarios y de manera profesional, a través de comunidades naturales de consumo ya constituidas, como los colegios. Los consumidores de cada comunidad realizan el pedido fácilmente, con tan solo un par de clics, a través de su web o aplicación para el móvil desde cualquier lugar y lo recogen a la salida del colegio, lo que permite, también, reducir la huella de carbono.
La startup pretende poner al alcance de todos los consumidores alimentos de producción local sanos, de calidad, frescos y de temporada, de manera fácil, accesible y sin realizar un gran desembolso. La sinergia entre economía colaborativa y alimentación es la fuente de inspiración de esta compañía, Farmidable, para consolidar un comercio más justo, colaborativo y responsable.
La principal diferenciación de Farmidable es su canal de distribución: las comunidades naturales de consumo. Por el momento, está presente en colegios, concretamente en aquellos centros educativos que impulsan un plan pedagógico social de fomento de nuevos modelos de consumo, desarrollo sostenible y actividades en beneficio de la comunidad local. El colegio Zola de Las Rozas (Madrid) es el proyecto piloto de la startup, pero su objetivo es extender su modelo a otros centros y comunidades naturales de consumo como empresas, centros de culto, ayuntamientos, y a grupos de consumo convencionales previamente constituidos.
La Línea Semilla
No obstante, para lograrlo busca una ampliación de capital a través de una campaña de equity crowdfunding en la Bolsa Social. Esta es la primera plataforma de equity crowdfunding autorizada por la CNMV, que pone en contacto a inversores y empresas con valores, es decir, aquellas que producen un impacto positivo constatable en la sociedad y el medio ambiente. La inversión se realiza mediante la fórmula de equity crowdfunding a golpe de clic, de una manera ágil y sencilla. Los inversores depositan su dinero en una cuenta especial en Triodos Bank. Si se alcanza el objetivo de financiación, la Bolsa Social formaliza la ampliación de capital en nombre de todos los inversores. Si no se logra, se devuelven las aportaciones sin coste para los inversores. Desde su nacimiento, ha reunido 800.000 euros para empresas de impacto social y medioambiental positivo.
Pues bien, esta campaña se enmarca en una nueva línea de financiación de la Bolsa Social, la Línea Semilla, destinada a empresas que pretenden mejorar la sociedad o el medio ambiente, cuentan con un buen modelo de negocio en su primera fase de desarrollo y necesitan un primer impulso de capital de hasta 100.000 euros.
Entre los principales factores de impacto social de esta idea cabe mencionar la concienciación de la producción local y sostenible entre los consumidores, la reducción de la huella de carbono, el desarrollo de la economía local y la preservación de la biodiversidad de cultivos o la inclusión laboral de personas en riesgo de exclusión, por la generación de empleo directo e indirecto de colectivos desfavorecidos.
Su modelo de negocio está basado en el cobro de un margen al productor sobre cada venta (15 por ciento sobre el total facturado). De este margen, un 3 por ciento se destina al colegio para ayudar a promover acciones orientadas a un fin social específico.