La enfermedad de Parkinson (EP), también denominada mal de Parkinson, parkinsonismo idiopático, parálisis agitante o simplemente párkinson,es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva. Se produce por la destrucción, por causas desconocidas, de las neuronas pigmentadas de negro. Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, la enfermedad de Parkinson también desencadena alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.
En la actualidad, el diagnóstico está basado en la clínica ya que no hay marcadores biológicos para detectarla. Por ello, el diagnóstico de la misma se apoya en la detección de la característica tríada rigidez-temblor-bradicinesia y en la ausencia de síntomas atípicos, aunque también tiene importancia la exclusión de otros posibles trastornos por medio de técnicas de imagen cerebral o de analíticas sanguíneas. En el año 1997, la Organización Mundial de la Salud estableció que el 11 de abril se celebraría el Día mundial del Parkinson, con el objetivo de acrecentar la concientización de las necesidades de las personas aquejadas de esta dolencia. Fue esta la fecha escogida al coincidir con el nacimiento de James Parkinson, el médico británico que describió por primera vez la «parálisis agitante», término que él mismo acuñó.
En Barcelona tenemos la clínica Berviure, un centro de reconocido prestigio en tratamiento de Parkinson que se fundamenta en las terapias de estimulación física y cognitivas propias, elaboradas por sus neuropsicólogos y el resto del equipo de terapeutas, que hacen que el avance de la enfermedad no sea tan drástico. Su especialización en el tratamiento no farmacológico del Párkinson hace que sean, a día de hoy, un referente en cuanto al abordaje de las diferentes causas que abocan a los pacientes a este diagnóstico.
James dedicó parte de sus estudios a la gota, y publicó varios tratados sobre esta enfermedad, pero el libro que le dio más fama fue AnEssayontheshakingpalsy (1817) donde describe la parálisis agitante, enfermedad que hoy lleva su nombre, enfermedad de Parkinson.
El 70% de las personas que padecen Parkinson en España tienen más de 65 años (lo que supone el 2% de los mayores de esta edad) mientras que un 15% no supera los 45 años.
Qué es exactamente la enfermedad de Parkinson
Tradicionalmente se ha asociado la Enfermedad de Parkinson con la imagen de una persona mayor con temblor pero, “ni es una enfermedad exclusiva de las personas mayores, ni el temblor es el único indicador de esta enfermedad”, comenta la Dra. Rosario Luquin. “Se puede manifestar a través de síntomas como torpeza, lentitud, rigidez muscular, pérdida de equilibrio,…pero también por otros síntomas que nada tienen que ver con trastornos del movimiento. En un 40% de los casos, la primera manifestación del Parkinson es la depresión”.
El tratamiento farmacológico de la enfermedad de Parkinson suele incluir la levodopa, los agonistas de la dopamina o ciertos inhibidores de la monoaminooxidasa y de la catecol-O-metiltransferasa. Otro tipo de intervención más invasiva es la estimulación cerebral profunda de estructuras cerebrales como el núcleo subtalámico o el globo pálido. Las aproximaciones terapéuticas con menos efectos no deseados suelen incluir el ejercicio físico, la realidad virtual y la rehabilitación cognitiva. En este sentido, un artículo publicado en la revista MovementDisorders en 2011 mostraba como, con sólo cuatro semanas de un programa de entrenamiento con técnicas multimedia y otras más tradicionales, los pacientes mejoraban sus niveles de atención, memoria, percepción, fluidez verbal, funciones ejecutivas y velocidad de procesamiento de la información. Teniendo en cuenta que entre el 15% y el 30% de los enfermos suele evolucionar a una demencia, la intervención cognitiva parece ser un elemento relevante que favorezca el desarrollo de una mayor reserva cognitiva y retrase los efectos del deterioro cognitivo al máximo.