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La dieta perfecta para tener unos dientes de 10

Cuando se habla de tener una sonrisa perfecta, en lo primero que se piensa es en la higiene oral, pero no se debe olvidar la importancia de la alimentación para unos dientes sanos. Muchas veces lo que comemos o bebemos afecta a la salud de todo nuestro cuerpo: órganos, músculos, e incluso a nuestros dientes; por lo que si queremos tener una sonrisa de 10, no solo debemos cuidar nuestra higiene bucal, sino que también es conveniente introducir una serie de alimentos que nos ayuden a mantener nuestra boca en perfectas condiciones.

Por ejemplo, cabe mencionar que existen una serie de alimentos que llevan en su composición las vitaminas C y A, flúor y calcio, y que nos permiten fortalecer nuestros dientes y encías, sin olvidar que, en cierto modo, combaten las bacterias que se acumulan en la placa dental.

Por otro lado, la elección equivocada de alimentos puede conllevar a la aparición de problemas bucodentales, como en el caso de los alimentos que contienen azúcares de cualquier tipo y que pueden contribuir a causar caries dental.

Así mismo, si tu dieta carece de ciertos nutrientes, puede ser más difícil que los tejidos en la boca resistan una infección, contribuyendo a la enfermedad de las encías. Finalmente, un caso grave de la enfermedad de las encías es una de las principales causas de pérdida dental en los adultos, solo por mencionar alguna de las complicaciones.

Dieta para sonrisas con todos los hierros

Si estás consciente de la importancia de seguir una dieta balanceada con los alimentos indicados para una óptima salud bucal pero no sabes como incluirlos en tu menú, el Consejo Nacional de Dentistas te facilita una guía básica:

  • Se debe ingerir una variedad de alimentos de cada uno de los cinco grandes grupos específicos de alimentos:
    • cereales
    • frutas
    •  hortalizas
    • alimentos de proteínas
    • productos lácteos
  • Los alimentos crujientes como las manzanas, las zanahorias o las ramas de apio comidas a mordiscos son una forma muy recomendable de limpiar la boca y los espacios interdentales. Puedes incluirlos en ensaladas o consumirlos como snacks entre horas, pero siempre en porciones pequeñas y equilibradas.
  • Los alimentos ricos en polifenoles como las legumbres, las frutas y verduras de color rojo (frutillas, arándanos y frambuesas, berenjena y remolacha), y bebidas como el té rojo y el té negro deben estar incluidos en tu menú, ya que actúan como un bactericida natural, haciendo que las bacterias de la boca no proliferen.
  • Las verduras de hoja verde son alimentos muy beneficiosos para tus dientes ya que son alimentos que contienen fibra, lo que hace que el flujo de salivación sea más alto.
  • El fluoruro que el té verde contiene es de gran ayuda en el cuidado de la salud oral, especialmente en la apariencia de tus dientes. Previene la caries, fortalece tu esmalte dental y evita que la placa se adhiera a tus piezas dentales gracias a los antioxidantes que combaten las bacterias.
  • La vitamina C contenida en frutas como la naranja, los kiwis o verduras como el pimiento y el brócoli también hace que sean buenas para la salud dental, ya que ayudan a mantener el colágeno en las encías.
  • Por su parte, el calcio y fósforo forman parte de la estructura de distintos tejidos, entre ellos los dientes, y podemos encontrarlos en los lácteos y en sus derivados: yogures, quesos y hasta en algunos frutos secos como las almendras. Por ejemplo, al igual que la leche, el queso es un alimento rico en calcio. Cuando lo consumes, tus huesos maxilares y tus dientes se fortifican, además que les proporciona caseína, una proteína que ayuda a reparar el esmalte y reduce los niveles de ácido que se generan en la boca, lo que inhibe la placa bacteriana.
  • Por su parte, el pescado contiene vitamina D la cual ayuda a fortificar tus dientes desde la raíz ya que absorbe el calcio. Además es rico en Omega 3 que ayuda principalmente a tu sistema cardiovascular y al cerebro.
  • El chocolate, además de rico, puede resultar muy beneficioso para tus dientes ya que está hecho a base de cacao, un componente que ayuda en la prevención de la erosión dental y que evita la inflamación de las encías. Eso sí, si lo consumes en exceso, su azúcar puede trabajar en contra de tu salud bucal.
  • El consumo de agua es indispensable para la vida y nos proporciona una buena hidratación para todos los tejidos. Además, beber agua estimula la producción de saliva, que neutraliza las bacterias que se encuentran en la boca.
  • Limita el número de meriendas que comes. Si come entre horas, lo más recomendable es seleccionar una merienda sana como queso, hortalizas crudas, frutas y yogur. Los alimentos que se consumen como parte de una comida causan menos daño a los dientes, que  cuando hacemos meriendas durante todo el día, ya que se libera más saliva durante una comida. Esta saliva ayuda a lavar los alimentos de la boca y reduce los efectos de los ácidos, que pueden dañar los dientes y causar caries.
  • Se debe controlar la cantidad de azúcar que consume durante el día. Para esto puedes leer las etiquetas de los productos alimenticios y elegir alimentos y bebidas que sean bajos en azúcares añadidos.
  • Tu médico o dietista registrado también pueden proporcionarte sugerencias para tu consumo de alimentos diario.
  • Finalmente, recuerda siempre cepillarte dos veces al día con pasta dentífrica fluorada que tenga el Sello de Aceptación de la American Dental Association, utiliza la seda dental a diario y visita al dentista con regularidad, para evitar que se produzcan problemas y solucionar aquellos que sí ocurren mientras son fáciles de tratar.

La lista negra de unos dientes saludables

En toda dieta figuran ciertos alimentos que son desaconsejables para lograr nuestro objetivo. En el caso de una perfecta salud bucal, se deben evitar todos aquellos que favorecen un ambiente ácido en la boca y participan en la degradación de los dientes.

Por otro lado, los enemigos número uno de unos dientes en buena forma son los dulces en forma de golosinas, ya que al ser más pegajosos, se adhieren a la superficie de los dientes y el efecto nocivo del azúcar sobre los mismos dura más tiempo. En este apartado podemos incluir también las harinas refinadas (presentes en la bollería y las galletas) y el almidón (patatas, arroz, pasta…), cuyo contacto con la saliva provoca una mayor acidez en la boca y, por tanto, favorece el desarrollo de caries.

Por su parte, las bebidas con altas cantidades de colorantes artificiales provocan  la aparición de manchas o el oscurecimiento de los dientes; por lo que hay que  aprender a fijarse en el etiquetado de los envases.

Incluso, algunos refrescos, pese a disminuir su contenido en azúcares, siguen manteniendo sus tasas de componentes ácidos, con lo que deterioran el esmalte de los dientes. En estos casos, puedes intentar tomarlos con una pajita o evitar removerlos en la boca –gesto que con frecuencia hacen los niños- para minimizar su efecto nocivo. Además, hay que evitar consumirlos por la noche, ya que es cuando disminuye la formación de saliva que pueda neutralizar su acidez erosiva.

Finalmente, las bebidas como cervezas y cavas llevan ácidos que pueden erosionar el esmalte, por lo que se debe evitar el consumo exagerado de las mismas.

 

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