El biocontrol es una técnica que ha comenzado a escucharse mucho y ganar mucho campo en los últimos años, esto por la preocupación ambiental que sentimos todos hoy en día, sociedad, gobierno y empresas, y que nos han llevado a desarrollar hábitos y formas de vida cada vez más amigables con nuestro medio ambiente.
En el caso del biocontrol se trata del uso de macroorganismos, microorganismos y otras moléculas que están presentes en la naturaleza para el control biológico de plagas y enfermedades de los cultivos, para protegerlos.
Estos productos de biocontrol se clasifican como productos biológicos, y engloban una amplia gama de soluciones fitosanitarias derivadas de la naturaleza o inspiradas en ella que ayudan a los agricultores a proteger y promover el crecimiento de las plantas de forma eficaz y sostenible. Al igual que les ayudan a desarrollar productos que cumplan con las exigencias con el público de hoy en día, de que sean producidos y distribuidos de formas respetuosas con el medio ambiente.
Así, dentro de los productos biológicos existen dos clasificaciones clave:
- Productos de biocontrol basados en moléculas naturales. Estos son los que se utilizan para la gestión del estrés biótico en el control de enfermedades fúngicas y bacterianas, plagas, nematodos y malas hierbas.
- Productos bioestimulantes que se aplican a las plantas, a las semillas o al entorno de las raíces. Su objetivo es estimular los procesos naturales de las plantas beneficiando la eficiencia en el uso de los nutrientes, la calidad de los cultivos o la tolerancia al estrés abiótico, como el frío o el calor extremos en el entorno.
Así, este conjunto de soluciones representan una variedad de posibilidades para que los agricultores protejan sus cultivos. Por ejemplo, al usarlas en combinación con otros productos químicos, la acción de los biocontroles puede ayudar a retrasar la aparición de resistencias al aportar al control un mecanismo de acción alternativo.
Igualmente, ayuda a desarrollar estrategias de control integrado de plagas, ya que normalmente las moléculas y/o organismos utilizados en la formulación de productos son respetuosas con la fauna auxiliar que ayudan al agricultor a controlar las plagas. Además que suelen degradarse fácilmente afectando al ambiente al menor nivel posible.
El único reto aquí es la organización de los cultivos, ya que estos suelen ser amenazados por una variedad de plagas, y estos productos de biocontrol suelen atacar a una sola plaga en particular por producto, por lo que se deben desarrollar sistemas de uso eficientes que realmente protejan los cultivos en su totalidad y ante cualquier tipo de amenaza.
Por otor lado, estas soluciones suelen funcionar más como medidas preventivas que como curativas, aunque si ya la enfermedad ya está presenten, si que ayudan a reducir los síntomas y la afectación de las misma.
Clasificación de soluciones de biocontrol
SAECO, especialistas en biocontrol, nos explica a continuación como se clasifican estas soluciones, de forma que las conozcamos todas y podamos elegir las adecuadas para la protección de nuestro cultivo.
Para comenzar estas soluciones, se dividen, en una primera estancia, dependiendo de su modo de acción:
- Tecnologías de biocontrol directo. Son aquellas que actúan directamente sobre la problemática a controlar.
- Tecnologías de biocontrol indirecto. Este tipo de soluciones basados en microbios, extractos de plantas u otro tipo de moléculas naturales tienen como función la de servir de activador de defensas naturales de las plantas. De esta forma el cultivo tiene sus mecanismos de defensa listos y aleras en caso de un ataque, para reducir los daños que esta podría causarle.
El biocontrol directo presenta, a su vez, una subclasificación de tecnologías que van desde el uso de insectos al uso de soluciones basadas en biomoléculas:
- Biocontrol basado en macrobianos, o control biológico. Esta técnica de control se basa en la suelta de enemigos naturales con el objetivo de controlas organismos que causan daños en el cultivo.
- Biocontrol basado en microbianos. Se trata de soluciones formuladas con cepas bacterianas, virus y/o hongos con efectos antagonistas frente a diferentes patógenos de los cultivos y que buscan proteger a los cultivos de bacterias y hongos que puedan enfermarlos.
- Biocontrol de origen bioquímico. Son soluciones formuladas a partir de extractos de plantas o moléculas naturales que actúan de diferentes formas ante diferentes amenazas.
La importancia del biocontrol
Ya conocemos de que se trata el biocontrol y como se clasifican estas soluciones, ahora podremos entender la importancia de su presencia en los cultivos agrícolas.
La presión de la sociedad de hoy en día está llevando a las diferentes industrias a desarrollar formas más sustentables de llevar a cabo sus diferentes actividades de producción y distribución, y a procurar ofrecer productos ecológicos, de forma que todos intentemos reducir nuestra huella negativa sobre nuestro medioambiente ya demasiado dañado por nuestras prácticas desconsideradas.
Entonces, el biocontrol ofrece esa alternativa sustentable a los agrícolas para proteger sus cultivos y además cumplir con las nuevas políticas verdes de la Unión Europea.
De esta forma, debemos verlo como una forma de avanzar en nuestras prácticas convirtiéndonos en una sociedad, una industria, y un mercado mucho más ecológicos y preocupados por nuestro impacto en el medio en el que nos desarrollamos.
Igualmente, también representa un avance tecnológico que nos proporciona nuevas y más avanzadas formas de llevar a cabo las prácticas agrícolas, que permiten controlar más eficazmente las plagas utilizando organismos naturales como insectos beneficiosos, en una tendencia hacia una agricultura sostenible.
Hacia una transición tranquila en el campo de los plaguicidas
Por muchos años, el medio para proteger a los cultivos de las diferentes plagas que los asechan han sido el uso de químicos y de plaguicidas. El problema, es que aunque han sido muy efectivos en su tarea, también son muy nocivos. Los cultivos, al estar expuestos a ellos se llenan de químicos y toxinas que afectan la salud de los productos, su calidad, y como trabajan dentro de nuestro organismo. Entonces, un ambiente con un control de plaga más sostenible y natural, permite que los productos que llegan a nuestra boca, y a la de nuestra familia, estén en mejores condiciones, sean más orgánicos y nos hagan mejor.
Por otro lado, los gases y las sustancias desprendidas con el uso de los controles d plaga tradicionales afectan el medio ambiente en el que los cultivos se encuentran y las criaturas animales y vegetales que se desarrollan en él. Al usar esta nueva técnica más “verde”, logramos asegurar que nuestro impacto en esas tierras que estamos trabajando sea mucho menor, estamos siendo menos agresivos y violentos y estamos devolviéndole un poquito al planeta de lo que él tanto nos da.
Si es verdad que por ahora los sistemas tradicionales están conviviendo en conjunto con los nuevos sistemas, estos lo será por un tiempo, mientras se hace el cambio progresivo y eficiente hacia la utilización del biocontrol en su totalidad. Pero, no se puede negar que estamos dando ya pasos importantes hacia un sistema mucho más sostenible de control de plagas en un futuro.
Y es que el pronostico es que en un futuro, que se espera no sea muy lejano, sea posible eliminar los controles de plaga por medio de químicos y plaguicidas, y que estos se comiencen a implantar en todos los países el mundo, bajo políticas muy “verdes” y estrictas.
Otra cosa que se está logrando también con esto, y que es muy importante, es que estamos poniendo nuestra atención en este tipo de cambios y estamos entendiendo la importancia de utilizar insectos que se alimentan de las plagas pero que no son perjudiciales para los seres humanos ni para otras especies, con el fin de reducir la necesidad de utilizar los sistemas tradicionales pero sin dejar de mantener un control eficaz.
Aplicación correcta del control biológico en el campo
Lo primero que debemos saber para la aplicación correcta de estos sistemas en los cultivos agrícolas es que por ahora son solo una alternativa. Es decir, no se puede confiar solamente en ellos por los momentos, y debemos seguir usando en parte los sistemas tradicionales, en combinación con estos, o decidiendo en que contextos si se puede prescindir de ellos y apostar por el biocontrol, sin poner en riesgo los cultivos y su calidad.
No obstante, también lo correcto es comenzar a incluir lo más posible al biocontrol en nuestros cultivos, tomando en cuenta en que cada vez son opciones más efectivas e importantes., y que cada vez son más obligatorios. Y es que la realidad es que estos se están convirtiendo en piezas claves en el sector agrícola, y son tan eficientes como los sistemas antecesores en el control de plagas.
Igualmente, el equipo de SAECO nos recuerda que como todo producto tiene sus riesgos, y hay también que tomarlos en cuenta para que sean eficaces. Por ejemplo, algunas de la especies utilizadas para combatir las plagas pueden convertirse ellas mismas en unos invasores y perturbar nuestro ecosistema, por lo que debemos ser muy cuidadosos en la aplicación de esta técnica de forma que no se nos salga de la manos y más bien se convierta en un problema.