En el mundo caótico en el que vivimos, de una manera o de la otra estamos sometidos a estrés y ansiedad por varios factores. Por un lado, está el factor laboral, y es que cada vez es más difícil desconectar del trabajo. Y más aún hoy en día con la consolidación de las aplicaciones de mensajería instantánea como medios de comunicación.
Pero no solo por motivos laborales podemos sufrir estrés o ansiedad por el trabajo, las relaciones familiares y personales pueden generar situaciones que hagan aumentar de forma drástica la manera en la que nos ponemos más nerviosos y susceptibles. A mí me pasa cuando, por ejemplo, mis hijos no se levantan solos para ir a clase, y tienes que ir a contracorriente toda la mañana para que lleguen puntuales.
Con el fin de liberar estrés, endorfinas y otras drogas naturales que nos hacen más felices, los médicos recomiendan deporte. El deporte, además de liberar tensiones, genera beneficios muy importantes la salud. Tal es así que el ejercicio moderado ayuda a limitar las posibilidades de tener enfermedades del corazón, reduce la diabetes, reduce la presión sanguínea, previene la depresión y nos hace lucir mejor ante el espejo.
No es nada nuevo que el deporte ayuda a mantener nuestro cuerpo sano, pero ahora ya existen estudios probados científicamente que explican como el deporte influye en nuestro cerebro. Un estudio de la University of British Columbia ha demostrado que el ejercicio aeróbico regular produce una serie de cambios que favorecen el tamaño del hipocampo, el área encargada de la memoria y el aprendizaje.
El ejercicio aeróbico moderado nos hace más inteligentes
Para poder aumentar el tamaño del hipocampo, y por tanto tener más facilidad para estudiar o realizar otras tareas en las que la atención y la perspicacia son fundamentales, es importante el tipo de ejercicio que hace. Este estudio ha demostrado que los cambios del hipocampo se producen cuando se realizan ejercicios aeróbicos moderados, como salir a andar durante meda hora, salir a correr (pero sin acabar vacíos de energía) o realizar tareas en las que nuestro corazón lata a un ritmo medio.
El estudio recomienda alrededor de ciento veinte minutos a la semana de ejercicio moderado. Y los ejercicios que no han influido de igual manera que los anteriores en el hipocampo, son aquellos que implican el levantamiento de pesas, los ejercicios de resistencia, equilibrio o tonificación.
Gracias al ejercicio tendremos varios beneficios, por un lado, los intelectuales y por otro los físicos. Intelectualmente tendremos unos beneficios provocados por el aumento del córtex prefrontal y córtex medial temporal, que son las partes que controlan el pensamiento y la memoria. Y respecto a las mejoras físicas, notaremos como aumenta nuestro buen humor, mejora nuestro sueño y descanso, y se reduce de forma drástica el estrés y la ansiedad.
Esta información es muy útil si tienes hijos, porque además de aportarles estos beneficios para la salud, estarás creando hábitos de vida saludables. Si tú lector, lees esto y deseas ponerlo en práctica, te animamos, ya que podrás mejorar tu vida y tus relaciones personales y familiares.
Pero también hay que poner en práctica estos beneficios adquiridos, y una buena actividad es el estudio de algún ciclo formativo superior, un máster o un grado. Para aquellos que hace años que dejamos de estudiar nunca es tarde para volver a aumentar nuestros conocimientos ; y para los jóvenes que están buscando salir al mercado laboral, es importante seguir formándose. Y hoy en día es mucho más sencillo gracias a universidades como Formatic Barcelona, una escuela que ya ha titulado a más de 20.000 estudiantes en los ámbitos del turismo, la comunicación y la empresa.
En conclusión, hemos visto como el deporte moderado influye en nuestra salud, no solo aportándonos beneficios a nivel físico, sino también psicológico. El deporte moderado beneficia el aumento del hipocampo, produciendo un aumento de la memoria. Pero también hay que aplicar estos beneficios estudiando, o desarrollando nuestras capacidades en varios campos.