Según estadísticas realizadas, se calcula que en España el porcentaje de las parejas que desean tener hijos y tienen problemas para ello rondan el 30%. Dentro de este porcentaje, la inmensa mayoría de los casos tiene su origen en trastornos del aparato reproductor masculino. Las causas de que esto suceda pueden ser múltiples, desde anatómicas, hormonales, ambientales, genéticas…, es por ello por lo que a lo largo de las próximas líneas os queremos poner sobre la mesa algunas de las causas más frecuentes que encontramos dentro de este 30% que os hemos mencionado.
Tal y como os hemos adelantado, este es un problema que afecta cada vez a un mayor número de españoles, de ahí que a continuación veamos algunas de las causas más frecuentes:
- Factores genéticos o hereditarios.
- Deficiencia o trastornos hormonales. El organismo no es capaz de producir la suficiente testosterona, principal hormona sexual masculina.
- Orquitis Urliana. Producida por las paperas, una enfermedad vírica contagiosa que puede producir inflamación testicular e infertilidad.
- Eyaculación retrógrada. Se produce cuando el semen en lugar de salir al exterior va a la vejiga. Su causa es el mal funcionamiento del músculo que cierra la vejiga.
- El semen o esperma. Compuesto por el líquido seminal y los espermatozoides, que representan menos del 10% de su volumen. Dentro de que el semen sea una de las causas principales, nos encontramos con que varios son los trastornos que pueden dar lugar a una infertilidad:
- Azospermia o carencia de espermatozoides que puede ser debida a una falta de producción por parte de los testículos o a una oclusión que imposibilite su salida.
- Oligospermia o cantidad muy baja de espermatozoides. Entre las causas que lo originan pueden estar una anomalía cromosómica hereditaria, un desequilibrio hormonal, una infección, mala alimentación, consumo excesivo de tabaco, alcohol o drogas, estrés, exposición a tóxicos ambientales, etc.
- Asternospermia o espermatozoides con poca movilidad o con falta de fuerza. Entre sus causas podemos citar alteraciones congénitas en la cola del espermatozoide, alteraciones o infecciones en la vía seminal, una alta concentración o densidad excesiva de espermatozoides, exposición a productos tóxicos químicos, abuso de tabaco, alcohol o drogas, etc.
- Teratospermia o malformación de los espermatozoides, ya sea en su cabeza, parte intermedia o cola. Entre sus causas se pueden citar alteraciones genéticas, traumatismos en los testículos, infecciones, abuso de alcohol, tabaco o drogas, mala alimentación, ropa muy ajustada, exposición a agentes tóxicos, etc.
Cualquiera de estas causas que os hemos ido mencionando puede producir infertilidad masculina, por lo que cualquier varón que desee ayudar a alguna de las 600.000 parejas que se estima que en España presentan problemas de infertilidad, puede acudir como donante anónimo de semen a cualquiera de las clínicas IviDono repartidas por la geografía española, donde un equipo de profesionales estará a su lado para ayudar y resolver cualquier duda que se pueda plantear al respecto. Y es que este es un tema complejo que siempre ha de ser tratado por profesionales, ya que otra de las causas más comunes para tener problemas es la que a continuación os mostramos:
- Alteraciones en los testículos. Son también muy frecuentes y es por ello que son una de las causas principales que existen a la hora de tener problemas para tener hijos, siendo sus principales formas de hacerse visible, a través de:
- Varicocele o dilatación de las venas que drenan los testículos. Está presente en un 40% de los casos de infertilidad masculina. Puede hacer que los testículos aumenten de tamaño, causando un dolor o incomodidad que se irradia al interior del muslo. La dilatación de las venas produce un aumento de la temperatura de los testículos, que debilita el semen y afecta a la producción de espermatozoides.
- Hidrocele o acumulación de líquido en los testículos, producida por una infección, por una lesión o incluso con alguna enfermedad testicular como un tumor o una hernia inguinal.
- Criptorquidia o testículo no descendido. Ocurre cuando uno o los dos testículos no logran bajar al escroto antes del nacimiento del varón, generalmente se produce en niños prematuros. Su tratamiento quirúrgico precoz es fundamental, aumentando las posibilidades de fertilidad.
- Traumatismos en los genitales, ya sea testículos, escroto o pene, pueden ser producidos por varias causas como quemaduras, mordeduras de animales, amputaciones, armas de fuego, etc.
- Tratamientos contra el cáncer, radioterapia, quimioterapia, cirugías, etc.
- Esterilización previa o vasectomía. Es un método utilizado como anticonceptivo masculino. Se produce al cortar los tubos deferentes.
¿Qué otros factores influyen sobre la fertilidad masculina?
Además de todos los que os hemos ido mencionando a lo largo del post, lo cierto es que existen otros factores influyen sobre la fertilidad masculina, como son:
- La edad. A partir de los 40 años disminuye la producción de semen y la movilidad de los espermatozoides.
- Estrés. Afectando a la calidad del semen.
- Ejercicio físico intenso y continuado. La práctica deportiva de alta competición puede provocar alteraciones en la cantidad y calidad del esperma.
- Ropa ajustada. Produce un aumento de la temperatura de los testículos cuya temperatura óptima se sitúa en torno a los 35,5 o 36 grados centígrados.
- Mala alimentación. Un consumo excesivo de grasas es perjudicial, debiendo vigilar un posible sobrepeso y mantener un buen nivel de aportes minerales y antioxidantes a la dieta.