Siempre había tenido ganas de comprarme un chalet para disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza. Con esto de la crisis y pese a que digan que los precios de los pisos poco a poco están empezando a subir encontré un chalet de segunda mano en una urbanización llamada Los Ángeles de San Rafael, seguro que os suena pues es donde entrena en verano el Atlético de Madrid.
Personalizar el chalet, una opción para mí obligada
El caso es que al verla en foto y encajarme en el precio me di prisa en contactar con el propietario. Los papeles se solucionaron y no tuve que pedir mucho dinero al banco ya que tenía buen dinero ahorrado.
A pesar de lo bien que os hablé, era un chalet de mediados de los 90 que necesitaba algunos arreglitos en el interior para ponerlo a mi gusto, pero más aún por fuera. Se veía de lejos que los antiguos propietarios no solían ir mucho por allí.
En mi caso quería aprovechar los 700m2 de terreno para llenarlo de arbolitos alrededor, césped, un pequeño huerto y una piscina que encajara de manera natural. Además de esto quería pizarra en la entrada. Mezclar lo rural y lo tecnológico es algo que me apasiona y me puse a ello.
Uno de los grandes problemas que rondaban mi cabeza era conseguir una piscina que me gustase, me gustaron las piscinas que vi en Piscinasdtp.com. Al final terminé adquiriendo una siguiendo las recomendaciones de los profesionales y no tengo más que buenas palabras con ellos. Me importaba bastante que la calidad de la piscina fuera buena y se integrara de la mejor manera.
La intención desde el primer momento era que el terreno se aprovechara al máximo, lo que desterraba la posibilidad de dejarlo como estaba y solo limitarme a cuidar lo que había. Por el momento no tengo niños, así que podría haberlo dejado para más adelante y meterme en una obra más adelante, pero sinceramente, por experiencia las obras son un engorro que mejor es pasarlo todo de una vez y olvidarse en unos cuantos años de más obras de calado.
El resultado final responde a lo soñado
Una vez acabada la obra es una gozada poder disfrutar de la piscinita, mi pequeño huerto y del césped o los pinos que he ido replantando alrededor de la parcela. Está bien quedarse con la conciencia tranquila y creo que verdaderamente me ha quedado un chalet que se acerca bastante a lo que buscaba.
El éxito fue tal que mi vecino de al lado con el que me llevo muy bien me pidió la dirección de Piscinasdtp.com, ya que quería también instalar una piscina nueva y dar un aire nuevo a sus terrenos. En el caso de él, quizás es más necesario, ya que nunca acometieron grandes reformas.
Quizás el mejor test de la calidad en la obra de reforma de un chalet o vivienda es que además de a los tuyos también le guste a gente que a lo mejor no conoces tanto, pero si que reconoce un trabajo bien realizado.